Este domingo, el Real Madrid se enfrenta al Alavés en Mendizorroza, un partido que va más allá de los puntos en juego. Para Xabi Alonso, la presión es palpable tras dos derrotas consecutivas contra el Celta de Vigo y el Manchester City. Este encuentro podría definir su futuro como entrenador.
Alavés, ubicado en la undécima posición de La Liga, ha demostrado ser un rival complicado, especialmente en casa. Aunque no destaca por su juego espectacular, su capacidad para cerrar espacios y frustrar a los equipos más grandes lo convierte en un adversario peligroso. En su estadio, los vascos han acumulado 14 puntos, siendo la octava mejor plantilla local del campeonato. Para un Real Madrid que busca recuperar la confianza y asegurar su lugar en la tabla, este partido exige concentración y seriedad.
Un enfoque táctico defensivo
A pesar de contar con una de las ofensivas menos efectivas de La Liga, Alavés ha optado por un estilo de juego que prioriza la solidez defensiva. Con solo 13 goles anotados esta temporada, el equipo dirigido por Eduardo Coudet prefiere mantener la estructura y esperar a que el rival cometa errores. Las estadísticas reflejan su enfoque: sus partidos tienen la media de goles más baja del torneo. Para el Real Madrid, el desafío será no caer en la trampa de confundir control con ineficacia. Deberán ser pacientes y precisos para desmantelar un bloque defensivo bien organizado.
Un rival físico y combativo
El Alavés no solo se limita a defender; también impone un estilo de juego físico que se intensifica en casa. Los duelos son intensos y cada balón disputado se juega con ferocidad. En su último encuentro contra los madridistas, Alavés mostró esta agresividad con cuatro tarjetas amarillas y una roja, evidenciando su compromiso en el campo. El ambiente en Mendizorroza potencia esta dinámica, convirtiendo cada enfrentamiento en una batalla emocional que puede afectar la claridad mental del Real Madrid. Con las recientes expulsiones de Fran García y Álvaro Carreras ante el Celta, mantener la calma será crucial.
Carlos Vicente: El hombre a vigilar
A pesar de ser un equipo que no suele atacar mucho, Carlos Vicente se destaca como una amenaza constante. Con tres goles esta temporada, ha demostrado ser efectivo en situaciones cerradas, capaz de aprovechar cualquier error del rival. Su habilidad para ejecutar penaltis y su inteligencia en los movimientos dentro del área lo convierten en el principal foco ofensivo del Alavés. Ante una defensa del Real Madrid que ha mostrado vulnerabilidades recientemente, Vicente representa un peligro latente que podría cambiar el rumbo del partido con una sola acción.
Los hombres de Xabi Alonso están advertidos: enfrentar al Alavés requiere atención a los detalles y un enfoque meticuloso para evitar complicaciones innecesarias. En este escenario crucial, cada jugada cuenta.
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