Karim Benzema, a casi 38 años, continúa su carrera en Al-Ittihad, pero su conexión con el Real Madrid permanece inquebrantable. El exdelantero merengue, ganador del Balón de Oro 2022 y cinco veces campeón de la Ligaref=»/competition/champions-league/»>Liga de Campeones, se ha convertido en una voz autorizada para evaluar la situación actual del club. En una reciente entrevista con L’Équipe, Benzema compartió su perspectiva sobre el equipo que dejó hace unos meses, subrayando que su análisis no proviene de un observador externo, sino de alguien que ha vivido las exigencias del club en primera persona.
El exnúmero 9 del Madrid no duda en reconocer el talento presente en la plantilla actual. Asegura que el problema no radica en las habilidades individuales de los jugadores, sino en la falta de cohesión colectiva. “Estamos hablando de futbolistas que están entre los diez mejores del mundo y todos están en el mismo equipo”, destacó Benzema, haciendo hincapié en la necesidad de una conexión más sólida entre ellos.
El desafío de las estrellas
Benzema señala que la acumulación de talento no es suficiente; cada jugador debe aceptar su rol dentro del colectivo. «Bellingham debe entender que es el creador de juego, no el goleador. Mbappé es el goleador, no el organizador. Vinícius no es un número 6, es un extremo izquierdo», explicó. Esta sencilla pero profunda observación pone de manifiesto los automatismos que aún deben perfeccionarse en el juego del Madrid.
La importancia del liderazgo
Al abordar la figura de Kylian Mbappé, Benzema enfatiza la razón por la cual el Real Madrid lo considera fundamental para su proyecto ofensivo. «El Real lo fichó para que brille en los momentos decisivos», afirmó, subrayando la importancia de estar presente cuando la presión es máxima. Para Benzema, los grandes partidos son aquellos donde se definen las temporadas y Mbappé tiene el potencial para asumir este rol siempre que trabaje dentro de un marco colectivo.
No obstante, Benzema también advirtió que la solución no proviene únicamente del banquillo. Aunque reconoce el trabajo de Xabi Alonso para crear química entre los jugadores, enfatiza que lo más crucial ocurre dentro del vestuario. «Hoy en día, los jugadores no se hablan entre sí», lamentó, reflejando un panorama moderno donde las críticas son difíciles de aceptar. Este diagnóstico resuena especialmente en un club como el Real Madrid, donde gestionar los egos ha sido siempre un arte complicado.
Benzema concluye recordando lo que hacía fuertes a las grandes plantillas con las que jugó: roles claros, jerarquías asumidas y una comunicación fluida. «Los jugadores no temían decirse las cosas y eso era fundamental para mejorar», recordó. Estos elementos siguen presentes en el Madrid, pero será necesario reactivarlos para convertir el potencial actual en resultados tangibles.


Comentarios
0 comentarios
Inicia sesión para comentar