Dani Carvajal, capitán del Real Madrid, ha expresado su firme oposición al partido de LaLiga entre Villarreal y el FC Barcelona que se llevará a cabo en Miami. En una entrevista con Teledeporte, Carvajal subrayó que esta decisión «falsifica la competencia», resaltando la necesidad de equidad entre todos los equipos de la liga española.
El defensor blanco argumentó que trasladar un partido oficial a miles de kilómetros de España crea una desigualdad inaceptable. «Es fundamental que todos los clubes compitan en las mismas condiciones. No es justo para los jugadores, los clubes ni para LaLiga misma», afirmó Carvajal, quien se une a un creciente coro de voces críticas dentro del fútbol español.
Reacción unánime en LaLiga
A lo largo del fin de semana, todos los equipos de LaLiga mostraron su desacuerdo con la decisión de jugar en Estados Unidos. En cada partido, los jugadores se quedaron inmóviles durante diez segundos al inicio, un gesto simbólico que busca llamar la atención sobre la controversia. Este acto de protesta incluyó a los futbolistas del Barcelona, quienes también se unieron a sus colegas en la denuncia.
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) fue la organizadora detrás de esta manifestación. En un comunicado, criticaron «la falta de transparencia y diálogo» por parte de LaLiga respecto a este asunto. La AFE ha solicitado que se reabra el debate sobre el partido Villarreal-Barça programado para el 20 de diciembre en Miami y ha pedido adelantar una reunión clave sobre el convenio colectivo para discutir esta problemática con mayor urgencia.
Impacto en el fútbol español
La oposición al partido en Miami no es solo una cuestión logística; muchos jugadores sienten que jugar un encuentro oficial a tal distancia compromete la integridad del campeonato. «No tiene sentido jugar un partido de Liga a miles de kilómetros», enfatizó Carvajal, reflejando así el sentir generalizado entre los futbolistas. Este tipo de decisiones podría tener repercusiones serias en la percepción del campeonato y su valor competitivo.
Con el apoyo masivo de jugadores y clubes, la presión sobre LaLiga para reconsiderar esta decisión aumenta. ¿Podrá la liga escuchar las voces de sus protagonistas antes del encuentro programado? El tiempo dirá si prevalecerá la lógica o si se priorizarán intereses comerciales sobre la equidad deportiva.
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