Endrick, el joven delantero brasileño, atraviesa una etapa difícil desde su llegada al Real Madrid. El club blanco lo fichó por 60 millones de euros procedente del Palmeiras, pero su tiempo de juego bajo la dirección de Carlo Ancelotti ha sido escaso. En el reciente encuentro contra el Athletic Club, el atacante apenas disputó once minutos, una situación que ha generado preocupación en su entorno familiar.
Douglas Sousa, padre de Endrick, rompió su silencio en las redes sociales tras el partido. Compartió una imagen de su hijo sentado solo en el banquillo del Santiago Bernabéu, acompañada de un versículo bíblico: «El que se exalta será humillado; y el que se humilla será exaltado», una cita de Mateo 23:12. Este mensaje no es casualidad; refleja la frustración acumulada por la falta de oportunidades de su hijo y critica abiertamente la gestión del jugador por parte del club.
Una situación insostenible
Desde su fichaje, la familia Sousa había recibido promesas de que Endrick tendría oportunidades para desarrollarse en el primer equipo. Sin embargo, varios meses después, el joven brasileño sigue sin encontrar su lugar en la rotación del equipo. Según Marca, esta situación se ha vuelto insostenible y la distancia entre el jugador y el cuerpo técnico es cada vez más evidente. La publicación de Sousa llega en un momento crítico, justo después de otro partido donde su hijo fue relegado a un papel secundario.
Presión sobre el Real Madrid
La elección del versículo bíblico por parte de Douglas Sousa envía un mensaje claro a quienes gestionan los minutos de juego en el Real Madrid: el talento eventualmente prevalece sobre la arrogancia, y aquellos que permanecen humildes serán recompensados. Esta afirmación no solo critica la falta de minutos para Endrick, sino que también refleja la creciente preocupación dentro del club. La dirección del Real Madrid ya estaba inquieta por la situación interna del jugador, y ahora se enfrenta a un dilema aún mayor tras las declaraciones públicas de Sousa.
La imagen de Endrick solo en el banquillo mientras sus compañeros celebran en el campo simboliza una realidad dolorosa para la familia Sousa. Tras otro reemplazo tardío en un partido crucial, la paciencia se agota. Douglas Sousa exige acciones concretas: el Real Madrid debe ofrecer más tiempo de juego al internacional brasileño o buscar una solución alternativa. Una cosa es clara: el club no puede seguir ignorando este problema si quiere mantener la armonía en su vestuario.


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