Jude Bellingham se encuentra en una encrucijada que solo los grandes jugadores conocen: a pesar de ser decisivo, siempre se le exige más. A raíz de la victoria del Real Madrid sobre el Sevilla FC (2-0), donde el inglés marcó un gol crucial con un cabezazo tras un centro preciso, los murmullos en el Santiago Bernabéu no han cesado. La cuestión que rodea a Bellingham, si es que realmente existe, no radica en su talento o nivel intrínseco, sino en una compleja cuestión táctica y la redefinición de su rol en el equipo.
Desde la llegada de Kylian Mbappé y la asunción de Xabi Alonso como entrenador, Bellingham ha tenido que reinventar su estilo de juego. De ser un goleador excepcional, con una temporada récord de 23 goles, ha pasado a convertirse en el motor del mediocampo. Este cambio ha llevado a algunos a percibir una disminución en su influencia estadística, cuando en realidad se trata de una evolución necesaria para mantener el equilibrio del equipo. En este contexto, es fundamental analizar fríamente la táctica para entender su situación actual.
Un nuevo sistema bajo Xabi Alonso
Bajo la dirección de Carlo Ancelotti, el sistema táctico del Real Madrid era un rombo diseñado para maximizar las capacidades de Bellingham, quien actuaba como el finalizador de las jugadas. Sin embargo, con Xabi Alonso, la estructura ha cambiado hacia un enfoque más posicional y rígido, lo que ha obligado a Bellingham a cubrir más terreno defensivamente y a recibir el balón en zonas más profundas del campo. Esto significa que está menos presente en el área rival y más involucrado en la creación desde el medio campo.
A pesar de esta nueva posición, donde frecuentemente actúa como mediocampista central o incluso como parte de un doble pivote híbrido, su influencia sigue siendo crucial. Aunque sus estadísticas de goles puedan no reflejarlo, Bellingham toca más balones (cerca de 80 por partido recientemente), convirtiéndose en el nexo indispensable entre defensa y ataque. Este sacrificio físico y mental es evidente en sus últimos partidos, donde sus mapas térmicos muestran una actividad constante por todo el flanco izquierdo.
La dinámica con Arda Güler
Otro aspecto relevante es su relación técnica con Arda Güler, el joven talento turco que ha comenzado a ganar protagonismo en el esquema de Alonso. La compatibilidad entre ambos jugadores es clave; ambos prefieren operar en las mismas zonas del campo, lo que puede generar congestión durante los partidos. Sin embargo, cuando Güler está en el campo, Bellingham debe aceptar un rol más defensivo y box-to-box, permitiendo que el turco asuma la responsabilidad creativa inmediata.
Esta distribución táctica podría dotar al Real Madrid de dos creadores efectivos al mismo tiempo, aunque requiere aún más sacrificio físico por parte del inglés. En los momentos brillantes que han compartido en el campo, se ha visto cómo Güler atrae defensores mientras Bellingham hace desmarques incisivos. Si Alonso logra optimizar esta colaboración, el Real podría contar con una dupla creativa formidable para afrontar los desafíos europeos.
Desempeño y estadísticas que hablan por sí solas
Es crucial aclarar la importancia tangible que Jude Bellingham aporta al equipo. A pesar de las críticas sobre su rendimiento reciente, sus actuaciones lo posicionan como un líder técnico indiscutible. En un partido complicado contra el Deportivo Alavés, fue él quien proporcionó la asistencia para abrir el marcador con un pase que atravesó dos líneas defensivas rivales. Asimismo, frente al Sevilla, demostró su capacidad atlética al marcar un gol decisivo con un cabezazo poderoso.
Su despliegue físico fue igualmente notable en un intenso encuentro contra Manchester City, donde recorrió gran distancia presionando a jugadores clave como Cherki y Bernardo Silva. La confusión surge cuando se evalúa a Bellingham únicamente basándose en sus cifras goleadoras del pasado; actualmente está desempeñando funciones completas y efectivas como mediocampista mundial. Su capacidad para cerrar espacios y facilitar transiciones hacia Mbappé y Vinícius sigue siendo vital para el equipo.
El verdadero problema no es Jude Bellingham; podría ser que la dependencia del equipo hacia su entrega física sea tan alta que cualquier signo de fatiga se convierte en evidente. Con lesiones visibles y jugando con vendajes evidentes, sigue siendo el corazón palpitante del Real Madrid.


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