Marcelo, la leyenda del Real Madrid, reflexiona sobre su carrera y su filosofía de juego en una reciente entrevista. Aunque nunca aspiró a ser considerado una leyenda, hoy reconoce el impacto de su trayectoria. Su estilo alegre y libre, influenciado por el fútbol callejero y el futsal, destaca su creencia de que el fútbol va más allá de la velocidad y la fuerza física. “La técnica, el mental y la intuición son lo que realmente define a un jugador”, asegura. Para Marcelo, es crucial que los jóvenes aprendan a tocar y sentir el balón desde pequeños.
Lejos de las tácticas rígidas, defiende un enfoque creativo y arriesgado en el deporte: “En la vida, como en el campo, a veces hay que atreverse para ganar algo”. En esta conversación con AS, el exjugador del Real Madrid también recuerda a figuras clave en su carrera, comenzando por Roberto Carlos: “Me ayudó en todo, incluso fuera del campo. Aún me pongo nervioso cuando lo veo”. También menciona a Zidane y Maradona como íconos con los que habría soñado compartir vestuario: “Jugar con Zizou fue increíble; participar en un partido con Maradona habría sido perfecto”.
Un legado de humildad
Cuando se le pregunta quién es el mejor driblador que ha enfrentado, Marcelo ríe y responde: “No puedo elegir; todos me driblaron”. Esta respuesta refleja su humildad innata. En cuanto al futuro del club, muestra admiración por las nuevas generaciones como Vinícius Júnior, Rodrygo y Federico Valverde: “Son grandes jugadores y aún mejores personas. Llevan una presión enorme, pero están listos para ello”. Sobre Xabi Alonso, con quien compartió vestuario, destaca su talento como futuro entrenador: “Ya se veía que iba a ser técnico; entendía el espacio y el ritmo del juego”.
La era Mbappé
A pesar de que Marcelo confiesa seguir menos fútbol debido a los compromisos familiares, no escatima elogios para Kylian Mbappé: “Es un jugador increíble, tanto físicamente como técnicamente. Trabaja duro, marca goles y repite esfuerzos. Me hubiera encantado jugar con él, pero llegó un poco tarde”. Para Marcelo, Mbappé ya pertenece a esa categoría exclusiva de futbolistas capaces de cambiar un partido por sí solos, un grupo muy restringido de genios que marcan una época. Sin embargo, mantiene su filosofía colectiva: “Nunca se gana solo. Cuando hablas de mis títulos, en realidad hablas del Real Madrid. Yo fui un funcionario del club”.
Con esta modestia palpable, queda claro que Marcelo ha dejado una huella indeleble en la historia del Real Madrid mientras observa con atención a aquellos que continuarán escribiéndola, con Mbappé a la cabeza.


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