El Real Madrid cerró el año 2025 con una victoria ante el Sevilla, pero las dudas sobre su rendimiento persisten. A pesar de sumar su segundo triunfo consecutivo en La Liga, el equipo dirigido por Xabi Alonso se encuentra en una fase de incertidumbre. Desde su actuación en Anfield, donde se evidenciaron varios problemas tácticos, el equipo no ha logrado recuperar la solidez que mostró al inicio de la temporada.
La victoria en Bilbao demostró que el Madrid puede competir a un alto nivel, sin embargo, este éxito ha sido un mero espejismo en comparación con las dificultades que han enfrentado desde el 4 de noviembre. La ausencia de Eduardo Camavinga y Trent Alexander-Arnold, quienes no han estado disponibles desde el encuentro en San Mamés, ha afectado al equipo, aunque no se puede atribuir únicamente a estas bajas la falta de cohesión colectiva.
Presión ineficaz y problemas tácticos
A lo largo de una temporada, es común que los equipos atraviesen altibajos. Sin embargo, cuando esto ocurre, se espera que el colectivo pueda apoyarse en fundamentos sólidos para recuperar su ritmo. Al inicio del campeonato, la presión alta del Madrid proporcionaba un equilibrio defensivo necesario. No obstante, este aspecto ha desaparecido; la línea defensiva se ha ubicado 20 metros más atrás en comparación con hace dos meses. Esto dificulta un pressing efectivo y genera espacios amplios entre atacantes y defensores.
Además, las recientes actuaciones han puesto de manifiesto dos factores clave que contribuyen a esta regresión: la actitud desganada de los jugadores ofensivos y la falta de precisión en el centro del campo. En el partido contra el Sevilla, los mediocampistas no lograron cumplir su función. Arda Güler aún no está preparado para desempeñarse como interior en un mediocampo de tres, mientras que Aurélien Tchouaméni ha estado desubicado en numerosas ocasiones. Su aporte defensivo ha sido exageradamente valorado, ya que los jugadores sevillanos lograron crear ocasiones claras con facilidad.
Rodrygo y las luces entre las sombras
A pesar del panorama sombrío, hay motivos para la esperanza. Thibaut Courtois volvió a ser determinante bajo los palos y fue crítico respecto a las falencias del equipo: «Debemos mejorar. La semana de vacaciones nos ayudará a descansar y a trabajar en nuestras debilidades.» Sin embargo, lo más destacado fue el regreso a un buen nivel de Rodrygo. El brasileño mostró gran precisión técnica y su habilidad en los tiros libres resultó decisiva para abrir el marcador ante los andaluces.
Antes de asistir a Jude Bellingham con un tiro libre magistral, Rodrygo estuvo cerca de marcar tras un córner. Además, Fran García ofreció soluciones ofensivas al desmarcarse por la banda izquierda. Es crucial que este tipo de aportes se mantenga en los próximos encuentros para evitar que los extremos queden aislados sin apoyo.
Con estas actuaciones y reflexiones sobre la necesidad de mejorar aspectos tácticos y actitudinales, el Real Madrid se prepara para enfrentar al Real Betis con la esperanza de encontrar su mejor versión antes de entrar en la segunda mitad de la temporada.
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