Eder Militão, quien había regresado a su mejor forma tras sufrir dos rupturas de ligamento cruzado, ha sido golpeado nuevamente por una lesión devastadora. El defensor del Real Madrid se detuvo abruptamente durante un partido el pasado domingo, sufriendo un doloroso crujido en la parte posterior del muslo. Esta lesión ocurrió en una jugada aparentemente inofensiva, en un momento en que el juego ya había sido interrumpido por un fuera de juego no señalado. Sin embargo, los resultados de las pruebas médicas confirmaron los peores temores: se trata de una grave afectación del biceps femoral con implicación del tendón proximal.
Según AS, este tipo de lesión es una de las más temidas en el ámbito muscular. La recuperación estimada se sitúa entre cuatro y seis meses, lo que pone a Militão al borde de perder la parte más crucial de la temporada y la preparación para la Copa del Mundo 2026. El Real Madrid y la selección brasileña están conteniendo la respiración ante esta situación crítica.
Un diagnóstico preocupante
Para comprender la magnitud del problema, el reconocido fisioterapeuta brasileño João Barboza ha compartido su análisis sobre la gravedad de la lesión. Barboza destaca que el hecho de que tanto el músculo como el tendón estén afectados complica significativamente la recuperación. “Cuando un tendón está involucrado, los plazos de recuperación se extienden automáticamente”, afirma sin rodeos. El biceps femoral es parte esencial del grupo de isquiotibiales, crucial para acciones explosivas como frenar después de un sprint. Barboza señala que el mecanismo de lesión de Militão se alinea perfectamente con este tipo de ruptura: una desaceleración brusca combinada con contacto en el tronco genera una presión enorme que puede llevar al tejido a romperse.
Un historial médico complicado
La situación se complica aún más al considerar el historial médico de Militão. Tras haber sufrido dos rupturas del ligamento cruzado entre 2023 y 2024, las reconstrucciones quirúrgicas generalmente implican el uso de injertos tomados de los propios isquiotibiales del jugador. Esto incrementa en un 50% la probabilidad de sufrir una nueva lesión al regresar a la competencia, según Barboza. La localización del dolor cerca del glúteo, justo donde se inserta el tendón del biceps femoral, refuerza la gravedad del diagnóstico.
Las previsiones médicas apuntan a un periodo de ausencia que podría extenderse hasta abril, justo antes del final de temporada y a pocas semanas del inicio del Mundial. Barboza advierte sobre los peligros de un regreso prematuro: “Si el atleta no es expuesto progresivamente a esfuerzos intensos como aceleraciones y sprints, el riesgo de recaída es extremadamente alto.” Las estadísticas indican que cerca del 30% de los jugadores sufren nuevas lesiones en los isquiotibiales tras un retorno apresurado.
El desafío para el Real Madrid es monumental. Como concluye Barboza: “Es vital reconstruir a Militão paso a paso, sin apresurarse, asegurando una vuelta sólida con el menor riesgo posible.” Para un jugador que debía ser fundamental en la defensa en este momento crítico, la noticia es devastadora. Tanto para él como para Carlo Ancelotti y todo un vestuario que contaba con su presencia en el Mundial. Eder Militão se encuentra al borde del abismo, y esta vez, la caída parece más profunda que nunca.
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