El Real Madrid está elaborando un plan ambicioso que podría transformar la estructura del club en los próximos años. Se contempla la posibilidad de vender entre el 5% y el 10% de la entidad en 2026, siempre que el entorno legal lo permita. Actualmente, las regulaciones y estatutos del club dificultan este tipo de transacciones sin un apoyo masivo de los socios, lo que se presenta como un obstáculo significativo para un proyecto de tal magnitud. Por ello, se ha comenzado a discutir la modificación de estos estatutos con el objetivo de flexibilizar las normas de votación y facilitar esta conversión.
Según las informaciones reveladas por Iñaki Angulo, tres figuras clave están liderando este proceso: Florentino Pérez, Anas Laghari, quien ha sido un ferviente defensor de la reforma, y José Ángel Sánchez, asesor legal y mano derecha del presidente. La atmósfera en torno a estas discusiones es tensa; se están llevando a cabo reuniones restringidas y se percibe una clara intención de mantener en secreto los detalles, mientras surgen las primeras voces en contra de esta transformación radical del modelo social del club.
Un equilibrio delicado entre socios y finanzas
En la actualidad, cualquier reforma que implique cambios tan profundos requiere la aprobación de más de la mitad de todos los socios, no solo de aquellos que votan. Alcanzar esta mayoría es un reto monumental, especialmente en un tema tan sensible como la venta parcial del club. Según fuentes cercanas a la directiva, existe un escepticismo palpable sobre la posibilidad de obtener el apoyo necesario sin antes ajustar el marco estatutario. La meta es clara: evitar un referéndum que podría paralizar todo el proyecto.
Urgencia financiera y búsqueda de inversión externa
Detrás de esta propuesta se encuentra una urgencia financiera inminente. A pesar de que el club ha registrado ingresos récords, su margen neto es relativamente bajo (entre 20 y 30 millones), lo cual pone en riesgo su modelo económico ante una temporada desafiante. Además, los costos asociados a las obras del estadio Santiago Bernabéu son astronómicos, estimados entre 80 y 100 millones. Por esta razón, el Real Madrid está buscando inversores externos, distintos al fondo propuesto por Anas Laghari anteriormente.
Este asunto representa uno de los desafíos más delicados del mandato actual de Florentino Pérez. El éxito dependerá en gran medida de su capacidad para convencer a los socios de que esta reforma no representa una amenaza para la identidad del club. ¿Logrará Pérez navegar estas aguas turbulentas y asegurar el futuro financiero del Real Madrid?


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