Tras la derrota sufrida en Anfield, el Real Madrid no logró reponerse en su visita al Rayo Vallecano, dejando más dudas que certezas. En un encuentro marcado por la falta de efectividad, el equipo dirigido por Xabi Alonso se encontró con un rival que, aunque no cuenta con los recursos de los gigantes del fútbol español, como el Atlético o el Liverpool, ha demostrado ser un competidor formidable en su estadio. El Rayo no solo ha sido un hueso duro de roer para los equipos de élite, sino que además había mantenido al Madrid sin victorias en Vallecas desde 2022. La llegada de la trêve internacional se presenta como una oportunidad crucial para que el cuerpo técnico analice a fondo las últimas actuaciones y ajuste el rumbo del equipo.
El Real Madrid llegaba a este partido con la intención de mantener su liderazgo en La Liga y consolidar una buena racha tras el derbi. Sin embargo, las estadísticas reflejan una clara caída en su rendimiento. Durante el partido, el Rayo Vallecano recorrió 113.5 km y realizó 480 sprints, mientras que el Madrid se quedó en 105.3 km y 417 sprints. Estos números evidencian una falta de intensidad y compromiso que resultaron fatales en un choque donde la presión del rival fue constante.
Un partido sin claridad
En términos tácticos, el Real Madrid mostró carencias que han sido recurrentes en sus últimas presentaciones. En la primera mitad, Eduardo Camavinga se vio desbordado y aislado tanto en defensa como en ataque, ya que Jude Bellingham y Arda Güler no lograron ofrecerle apoyo suficiente. Además, la desconexión entre los delanteros limitó las opciones ofensivas del equipo; los jugadores estaban demasiado distanciados para generar combinaciones efectivas que pudieran traducirse en oportunidades claras. A pesar de ello, el Madrid tuvo dos ocasiones inmejorables a finales del primer tiempo, donde Vinicius Jr. y Asensio no lograron concretar.
La defensa como punto positivo
A pesar del resultado adverso, hay que destacar la actuación defensiva del equipo merengue. Éder Militão, Marco Asensio y Thibaut Courtois se mostraron sólidos a lo largo del partido, evitando que el Rayo capitalizara sus oportunidades. Sin embargo, la falta de creatividad y dinamismo en ataque dejó al equipo sin poder marcar diferencias. Con la próxima jornada internacional a la vista, el Real Madrid deberá replantearse su estrategia si quiere seguir liderando la liga y avanzar a la siguiente fase de la Champions League.
La situación actual plantea interrogantes sobre la capacidad del equipo para adaptarse y superar desafíos. ¿Podrá Xabi Alonso encontrar las soluciones necesarias para revitalizar a su plantilla? La pausa puede ser justo lo que necesita el club para volver a encarrilar su rumbo.


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