El inicio de la era de Xabi Alonso en el Real Madrid ha sido un recorrido lleno de altibajos. Tras alcanzar las semifinales del Mundial de Clubes en su primer mes como entrenador, los blancos lograron una racha impresionante de siete victorias consecutivas. Sin embargo, esa buena racha se vio interrumpida por una aplastante derrota 5-2 ante el Atlético de Madrid. A pesar de este tropiezo, Los Blancos se recuperaron rápidamente con seis triunfos seguidos, incluyendo una victoria por 2-1 contra el FC Barcelona, vigente campeón de LaLiga. No obstante, su camino se torció nuevamente con una derrota 1-0 ante el Liverpool en la UEFA Champions League. El último golpe llegó el domingo, cuando el equipo no pudo pasar del empate sin goles contra el Rayo Vallecano. Este resultado marcó la primera vez en siete meses que los madridistas no lograban ganar en dos partidos consecutivos, además de ser su primer empate desde el debut de Alonso en un 1-1 contra Al-Hilal en Miami.
Desde ese empate con Al-Hilal, Real Madrid ha tenido solo cuatro partidos sin victoria bajo la dirección de Alonso, incluyendo tres derrotas ante rivales europeos de gran calibre: Atlético de Madrid, PSG y Liverpool. Sin embargo, muchos aficionados del Madrid consideran que el resultado del domingo fue el más preocupante. A pesar de que el Rayo Vallecano llegó al partido con una buena racha y un día extra de descanso, no hay excusas para lo que se vio en Vallecas. Los locales cometieron varios errores individuales que debieron ser aprovechados por los visitantes. Aunque Real Madrid mantuvo la presión y recuperó la posesión en el último tercio, nunca logró concretar sus oportunidades debido a entregas imprecisas en los tiros libres, finalizaciones erráticas y pases mal medidos.
Análisis táctico y decisiones cuestionables
El equipo parecía estar a punto de abrir el marcador en el minuto 22 cuando un centro de Kylian Mbappé encontró a Vinícius Júnior, cuyo disparo fue desviado por Augusto Batalla. Poco después, Brahim Díaz envió un centro peligroso para un Raúl Asencio desmarcado, pero su cabezazo se fue desviado. A pesar del dominio en posesión, el Rayo generó más oportunidades claras (2) y tuvo un xG (goleada esperada) superior (1.2) al del Madrid (0.98). Es innegable que las decisiones tácticas de Alonso jugaron un papel importante en la falta de rendimiento del equipo; por ejemplo, al optar por Díaz en lugar de Rodrygo y colocar a Arda Güler en una posición poco natural junto a Eduardo Camavinga.
La presión sobre Alonso crece
Aunque corrigió parte de su error al sustituir a Dean Huijsen por Éder Militão al descanso, no realizó otro cambio hasta 25 minutos después, cuando Dani Ceballos reemplazó a Díaz. Ocho minutos más tarde, Rodrygo entró por Camavinga y luego se decidió incorporar a Trent Alexander-Arnold como lateral derecho. Sin embargo, estas modificaciones llegaron demasiado tarde para cambiar el rumbo del encuentro y el Rayo logró mantener su famoso empate. Esta situación ha dejado a muchos madridistas cuestionándose si Alonso está realmente preparado para dirigir uno de los clubes más grandes del mundo.
Como bien comentó Leonardo Bertozzi de ESPN Brasil: «Gestionar al Real Madrid es complicado porque no solo importan los resultados; hay que ganar y jugar bien mientras se maneja un vestuario lleno de egos». La transición para Alonso ha sido difícil; ha tomado las riendas de un grupo acostumbrado al estilo más relajado de Carlo Ancelotti frente a sus métodos más exigentes. La gran pregunta es cómo manejará Alonso los egos dentro del vestuario, especialmente con Vinícius Júnior sintiéndose frustrado tras ser sustituido en la victoria contra Barcelona.
A medida que avanza la temporada, Real Madrid ocupa actualmente la séptima posición en la UEFA Champions League con nueve puntos tras cuatro partidos, tres puntos detrás del líder Bayern Múnich y liderando LaLiga con tres puntos sobre Barcelona. Aunque no se puede hablar de crisis para Alonso, su inicio no ha sido tan fluido como se esperaba. Aparte del reciente triunfo en El Clásico, es justo señalar que han tenido más derrotas aplastantes que victorias inspiradoras contra rivales fuertes.
Florentino Pérez ha demostrado ser uno de los mejores ejecutivos del fútbol mundial gracias a su elección cuidadosa de entrenadores exitosos como Carlo Ancelotti y Zinedine Zidane. Hasta ahora, Alonso parece estar luchando para cumplir con las expectativas necesarias para triunfar en este escenario tan exigente. Con partidos cruciales contra Elche y otros rivales importantes a la vista tras el parón internacional, será vital para él corregir estos errores si desea continuar al mando del club.


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