El Real Madrid logró una de sus victorias más memorables de la temporada al enfrentarse a Tenerife en un partido lleno de tensión y emoción. A tan solo 2,9 segundos del final, cuando la derrota parecía inminente, Sergio Llull se convirtió en el héroe del encuentro al anotar un impresionante tiro que selló la victoria para los madrileños.
Con una racha de cinco triunfos consecutivos y una impresionante marca de nueve victorias en los últimos once partidos, el equipo dirigido por Sergio Scariolo llegó a las Islas Canarias con gran confianza. Sin embargo, Tenerife, que no contaba con dos de sus jugadores clave, Marcelinho Huertas y Joan Sastre, no se dejó amedrentar fácilmente. Como bien señala AS, ganar en el Santiago Martín nunca es sencillo; el equipo local siempre transforma sus partidos en intensas batallas.
Un partido lleno de giros
El Real Madrid comenzó el encuentro con fuerza, liderado por un Mario Hezonja incisivo y un Facundo Campazzo que dictaba el ritmo del juego. Con un marcador de 6-12 a su favor, todo parecía indicar que los visitantes dominarían el primer cuarto. Sin embargo, un espectacular parcial de 10-0 protagonizado por Van Beck cambió las tornas. La presión defensiva de Tenerife provocó numerosas pérdidas de balón para los merengues, complicando su juego. Fue entonces cuando Scariolo decidió dar entrada a Llull y Garuba, quienes marcaron la diferencia en este primer acto. El capitán recuperó el control con sus tiros exteriores y Usman aportó una energía revitalizante.
Tensión hasta el final
A pesar de que el Madrid se retiró al descanso con una ventaja de 25-33 y dominando los rebotes (12 a 26), Tenerife regresó tras el descanso con una actitud renovada. La falta de un líder natural en la cancha no detuvo a los locales, que aumentaron su intensidad y agresividad. El tercer cuarto resultó ser un auténtico calvario para los visitantes, quienes se vieron abrumados por la presión y cometieron múltiples errores. Aunque Walter Tavares regresó al juego, no logró estabilizar la situación. Tenerife logró igualar 48-49 y tuvo varias oportunidades para tomar la delantera al inicio del último cuarto.
En ese momento crítico, Campazzo emergió como líder, anotando seis puntos y repartiendo tres asistencias cruciales en momentos decisivos. Sin embargo, Tenerife no se rindió fácilmente; Scrubb y Doornekamp, este último con un triple devastador, igualaron el marcador a 69-69 en la última minuto. La tensión era palpable en el Santiago Martín.
Hezonja falló su tiro final y Tenerife recuperó la posesión. Jaime Fernández fue derribado por Campazzo y tuvo dos tiros libres; falló el primero pero convirtió el segundo (69-70) dejando solo 2,9 segundos en el reloj. Scariolo solicitó un tiempo muerto para preparar la jugada final: doble pantalla para Llull. Al recibir el balón, Llull se desplazó hacia la derecha, superó a Alderete y lanzó un espectacular tiro contra el tablero que hizo estallar de júbilo a los aficionados del Madrid.
El silencio sepulcral que cubrió el Santiago Martín se rompió cuando el balón entró en el aro. Con esta canasta decisiva, Sergio Llull volvió a demostrar que es un verdadero maestro bajo presión, llevando al Real Madrid a una victoria épica por 71-70 que quedará grabada en la memoria colectiva del club.
La actuación de Llull reafirma su estatus como uno de los grandes jugadores en momentos críticos; una leyenda que nunca titubea ante la adversidad.
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