El Real Madrid vuelve a pisar el césped del Santiago Bernabéu este domingo, tras 36 días de ausencia que se sienten como una eternidad. Durante este tiempo, el equipo ha tenido que alejarse de su hogar para dar cabida a un evento de la NFL, lo que ha generado una serie de desafíos tanto físicos como en la clasificación. La cita contra el Celta de Vigo se presenta como una oportunidad de redención y conexión con su afición después de un mes complicado.
Desde la última victoria en casa frente al Valencia, el club ha enfrentado tres partidos fuera que han dejado huella. Este periodo ha sido difícil, con el Real Madrid viendo cómo el FC Barcelona ampliaba su ventaja en la tabla de La Liga. Las decepciones se acumularon: una dolorosa derrota en Anfield en la Champions League, donde solo Thibaut Courtois destacó, y empates frustrantes contra Rayo Vallecano, Elche y Girona. Este éxodo forzado ha costado caro, y el equipo necesita recuperar la confianza y el ritmo en su estadio.
Un regreso lleno de esperanza
A pesar de las dificultades, el regreso al Bernabéu llega con un aire renovado tras una victoria convincente contra el Athletic Bilbao. Los hombres de Xabi Alonso mostraron su carácter y fortaleza en San Mamés, lo que les permite afrontar este nuevo capítulo con optimismo. La victoria sobre el Olympiacos en Grecia también fue un paso importante para recuperar la moral del equipo.
Un calendario crucial por delante
El regreso al Bernabéu no podría ser más oportuno. De aquí a finales de 2025, el Real Madrid jugará tres de sus cinco últimos partidos en casa, comenzando con el Celta de Vigo. Después, se preparan para un enfrentamiento titánico contra el Manchester City en la Champions League, donde el apoyo del público será vital. Para cerrar el año, recibirán al Sevilla FC. Este calendario favorable se presenta como una oportunidad dorada para que Alonso y su equipo reconquisten la cima y aseguren su clasificación europea.
Los jugadores están ansiosos por reencontrarse con sus seguidores. Con un estadio cerrado y su acústica única, el Bernabéu debe volver a ser ese fortín temido por los rivales europeos. El exilio ha terminado; ahora comienza la etapa de reconquista.
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