El Real Madrid sufrió su primera derrota en la Ligaref=»/competition/champions-league/»>Liga de Campeones de esta temporada en Anfield, un resultado que podría ofrecer lecciones valiosas para el futuro.
Desde la caída en el derbi del 27 de septiembre, el equipo dirigido por Xabi Alonso había disfrutado de una racha de victorias, incluyendo un triunfo contundente contra el Barcelona en el Clásico. Sin embargo, las derrotas ante el Atlético de Madrid y el Liverpool han revelado patrones preocupantes. En ambas ocasiones, los rivales mostraron una intensidad superior y dominaron en el juego aéreo, lo que llevó a los merengues a ceder terreno justo al inicio de la segunda mitad. ¿Son estas debilidades una señal de alerta para el equipo? Solo el tiempo lo dirá.
Una reacción letal al inicio del segundo tiempo
Los dos encuentros perdidos comparten similitudes inquietantes. En ambos, el Real Madrid se vio sorprendido por la agresividad de sus oponentes después del descanso. En Anfield, Liverpool generó tres ocasiones claras en los primeros minutos del segundo tiempo, todas provenientes de córners donde los Reds ganaron sus duelos aéreos con facilidad. Es inaceptable que Vinicius Jr. fuera quien marcara a Virgil van Dijk en una de esas jugadas. Esta falta de atención y organización en la defensa es un tema recurrente que Xabi Alonso debe abordar con urgencia.
La falta de liderazgo y creatividad
Aparte de los problemas defensivos, el Real Madrid ha luchado por ser peligroso durante sus fases de posesión, especialmente contra equipos de alto calibre. Kylian Mbappé se volvió ineficaz cuando fue encerrado por la defensa rival, como se evidenció en las pasadas confrontaciones contra Arsenal y nuevamente en Anfield. La responsabilidad recae sobre Alonso para encontrar maneras de liberar al delantero francés, quizás moviéndolo a una posición más lateral para aprovechar su velocidad y habilidades.
A nivel individual, Thibaut Courtois destacó con una actuación notable, reafirmando su estatus como uno de los mejores porteros del mundo. Sin embargo, la ausencia de líderes dentro del campo fue alarmante. En momentos críticos como estos, un verdadero líder debe elevar a sus compañeros y convencerlos de que pueden revertir la situación. Aparte del belga, pocos jugadores lograron asumir ese rol ante Liverpool.
A pesar del desánimo tras esta derrota, es crucial no caer en el pesimismo absoluto. Cada tropiezo puede servir como un catalizador para mejorar y aprender. Xabi Alonso tiene la oportunidad de implementar cambios necesarios para fortalecer al equipo y prepararlo para futuros desafíos. Esta derrota podría ser un punto de inflexión que impulse al Real Madrid hacia un rendimiento más sólido en competiciones venideras.


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