El regreso del Real Madrid al Santiago Bernabéu se convirtió en un auténtico calvario. Fran García y Álvaro Carreras fueron expulsados, dejando a los Merengues con solo nueve jugadores en el campo. Esta situación, poco común en la historia reciente del club, desató la ira de los aficionados, quienes abuchearon al equipo tras la derrota ante el Celta de Vigo (0-2). La frustración no solo se centró en el resultado, sino también en el desempeño de los jugadores bajo las órdenes de Xabi Alonso, que dejaron mucho que desear.
El encuentro se tornó caótico cuando Fran García fue expulsado por acumulación de faltas. Sin embargo, la tarjeta roja de Álvaro Carreras generó más controversia. Según informes de COPE, el exjugador del Benfica habría calificado al árbitro como “muy malo”, lo que llevó a su segunda amonestación y posterior expulsión. Esta decisión encendió aún más los ánimos entre sus compañeros, quienes ya estaban molestos por la actuación arbitral a lo largo del partido.
La reacción del capitán Carvajal
Dani Carvajal, capitán del equipo y ausente por lesión, observó impotente cómo sus compañeros se desmoronaban ante el Celta. En el tiempo añadido, tras la segunda expulsión, Carvajal no pudo contener su frustración y se dirigió al árbitro con palabras duras: “Mira tu nivel en los partidos y después tienes la osadía de llorar en la conferencia de prensa”. Esta declaración refleja el estado actual del Real Madrid, que parece estar perdido y sin rumbo tras dos partidos consecutivos sin victorias.
Un equipo en crisis
La situación actual del Real Madrid es preocupante. A cuatro puntos del líder Barcelona, el equipo necesita urgentemente encontrar soluciones para evitar una caída drástica en la clasificación a medida que avanza la temporada. La falta de cohesión y liderazgo en el campo ha sido evidente en los últimos encuentros, lo que plantea serias preguntas sobre el futuro inmediato del club. ¿Podrá Ancelotti revertir esta tendencia antes de que sea demasiado tarde?
La derrota ante el Celta ha dejado una marca profunda en los ánimos merengues. El Santiago Bernabéu, que suele ser un fortín para los blancos, se convirtió en un escenario hostil para sus jugadores. La presión aumenta y las expectativas son altas; ahora más que nunca, se requiere una respuesta contundente para recuperar la confianza y la identidad del equipo.
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