El Real Madrid vivió un regreso desastroso a casa este domingo, sufriendo una derrota por 0-2 ante el Celta de Vigo. La actuación del equipo fue decepcionante tanto en el juego como en la actitud. Los hombres de Xabi Alonso se mostraron incapaces de frenar a un Celta que dominó el encuentro, mientras que la frustración llevó a dos expulsiones en los minutos finales. La noche se tornó aún más sombría con la grave lesión de Éder Militão, dejando al Madrid con más preguntas que respuestas tras una actuación para olvidar.
Desde el inicio del partido, quedó claro que el Real Madrid no estaba a la altura. Después de seis encuentros fuera de casa, los aficionados esperaban un espectáculo vibrante en el Santiago Bernabéu, pero lo que presenciaron fue un equipo sin energía ni precisión. La falta de claridad en el juego y la incapacidad para crear oportunidades claras resultaron en una derrota merecida. El Celta, liderado por Borja Iglesias, aprovechó cada error defensivo y mostró una eficacia notable que contrastó con la impotencia merengue.
La maldición de las lesiones continúa
La noche trajo consigo una mala noticia: Éder Militão sufrió lo que parece ser una grave lesión en los isquiotibiales. Este es solo el último capítulo de una serie de infortunios que han azotado a la defensa madridista en los últimos años. Militão, quien ya había padecido rupturas de ligamentos cruzados en ambas rodillas, podría estar fuera de acción durante varios meses. Su ausencia dejará un vacío significativo en la zaga merengue, justo cuando se avecina un desafío crucial contra el Manchester City en la Ligaref=»/competition/champions-league/»>Liga de Campeones.
Frustración y expulsiones
La frustración acumulada por decisiones arbitrales discutibles desencadenó un comportamiento inaceptable entre los jugadores del Real Madrid. Fran García recibió dos tarjetas amarillas en menos de dos minutos, dejando a su equipo con diez hombres antes del final del partido. Alvaro Carreras siguió su ejemplo poco después, siendo expulsado tras criticar al árbitro por sus decisiones. Con estas expulsiones, el Madrid se enfrenta a una crisis de efectivos, ya que se presentará ante el Alavés sin laterales disponibles.
Xabi Alonso no ocultó su decepción tras el partido, afirmando que su equipo «parecía mejor con diez que con once». Esta declaración revela la falta de cohesión y entrega que mostró su plantilla durante todo el encuentro. A pesar de tener estadísticas favorables en términos de posesión y tiros, la falta de efectividad frente a la portería rival fue evidente y preocupante.
A medida que se acerca el choque contra el Manchester City, queda claro que el Real Madrid necesita urgentemente encontrar soluciones y recuperar la confianza perdida. La afición espera ver un cambio radical en actitud y rendimiento si quieren evitar caer nuevamente en un ciclo negativo.
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