A pesar de no ser el foco de atención mediática como sus compañeros de ataque, Rodrygo se ha convertido en un pilar fundamental para el Real Madrid durante esta tumultuosa temporada 2025. Tras la victoria crucial contra el Sevilla FC por 2-0, y en medio de una semana llena de emociones encontradas, es esencial destacar la inteligencia de juego del brasileño, quien ha logrado estabilizar un colectivo que aún se encuentra en proceso de recuperación. Mientras Kylian Mbappé igualaba el récord de goles de Cristiano Ronaldo y Vinícius Jr. deslumbraba con sus constantes duelos, Rodrygo ofreció una actuación técnica y táctica impecable. Regresando a la competencia rápidamente después de una grave lesión en Vitoria contra el Alavés, donde su rodilla parecía haber sucumbido, el exjugador del Santos demostró que tiene una fortaleza mental y física excepcional.
Su presencia como titular en el Bernabéu, solo días después de haber enfrentado esa posible catástrofe, envía un mensaje claro a su entrenador Xabi Alonso y a los aficionados: en tiempos de crisis, se puede contar con él para mantener el rumbo. Rodrygo ha dejado atrás su rol como un simple «supersub» y ha emergido como el ancla de un Real Madrid que busca redefinir su identidad. Esta transformación es crucial para un equipo que ha estado lidiando con la desconexión entre un centro del campo fatigado y una delantera que a veces lucha por encontrar su ritmo en los últimos metros.
Rodrygo: El sacrificio táctico al servicio del equipo
Para apreciar plenamente la relevancia del brasileño, es necesario ir más allá de las estadísticas. En las últimas semanas, el Real Madrid ha enfrentado un problema evidente: la falta de conexión entre un mediocampo desgastado y una delantera explosiva que no siempre logra sincronizarse. Es precisamente en ese espacio intermedio donde Rodrygo brilla y se vuelve indispensable. En el encuentro contra Sevilla, ante la presión física y el marcaje asfixiante del equipo de Matías Almeyda, fue él quien retrocedió constantemente para ofrecer opciones de pase, actuando como un verdadero número 10 disfrazado de extremo. A diferencia de Vinícius, que busca penetrar verticalmente para crear caos, o Mbappé, que demanda profundidad para finalizar jugadas, Rodrygo se convierte en el engranaje que permite al motor merengue funcionar sin contratiempos.
Resiliencia física y mental
Otro aspecto notable del rendimiento de Rodrygo en esta temporada es su impresionante fortaleza física. La imagen de su dolorosa caída en Mendizorrotza había dejado a los aficionados con el corazón en un puño. Con una enfermería ya saturada por lesiones importantes, la posible ausencia prolongada del brasileño podría haber sido devastadora para las aspiraciones del equipo antes del receso invernal. Sin embargo, su regreso no solo ha sido rápido sino también impactante; su capacidad para soportar la intensidad física del Sevilla demuestra una notable fuerza de carácter y recuperación. A menudo etiquetado erróneamente como frágil o inconsistente, esta temporada ha demostrado ser todo lo contrario.
En un entorno donde los aficionados del Santiago Bernabéu son exigentes y críticos ante cualquier error, Rodrygo destaca como uno de los pocos jugadores que escapa a la ira popular. Esto se debe a que el público madrileño reconoce sus esfuerzos invisibles: sus recorridos defensivos, su disposición a pedir el balón incluso en momentos difíciles y su compromiso inquebrantable son aspectos que no pasan desapercibidos. Ha evolucionado hacia un líder silencioso; alguien que no busca atención mediática pero asume responsabilidades cuando más se necesita.
El factor X para la Supercopa
No obstante, reducir a Rodrygo únicamente a su labor defensiva o a su función facilitadora sería subestimar su capacidad goleadora. Si Xabi Alonso lo ha mantenido en forma es porque el brasileño ha recuperado su faceta letal frente al arco. Recientemente, no solo ha demostrado estar físicamente apto; también ha sido crucial en momentos decisivos: anotó un gol vital contra Alavés antes de su lesión y asistió en el primer gol contra Sevilla con una visión excepcional.
Estos momentos decisivos subrayan que Rodrygo es mucho más que un simple apoyo; es un jugador capaz de marcar la diferencia en situaciones críticas. Su relación casi mística con la UEFA Champions League lo convierte en un jugador único; cada vez que enfrenta a equipos como Manchester City, se transforma en un auténtico pesadilla para ellos. Con la Supercopa de España a la vista y las eliminatorias de Champions acercándose rápidamente, su rol como «clutch player» será esencial para las aspiraciones del club.
A medida que avanza la temporada 2024-2025, mientras Mbappé acumula goles y Vinícius descompone defensas rivales, es Rodrygo quien aparece cuando más se le necesita. En una campaña donde cada partido es crucial y las tensiones están al máximo, contar con alguien tan confiable como él no es solo un lujo; es una necesidad vital para el Real Madrid.


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