Xabi Alonso se convirtió en el protagonista de la inauguración del curso 2025-2026 en la Escuela Universitaria Real Madrid Universidad Europea. Junto a Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del club y de la escuela, el exfutbolista compartió su experiencia con los nuevos alumnos. En su discurso, Alonso reflexionó sobre los desafíos que enfrentó durante su carrera como jugador y los que ahora asume como entrenador, destacando la alta exigencia que caracteriza al Real Madrid.
La figura de Xabi Alonso ha estado marcada por una constante búsqueda de la excelencia. Desde sus inicios en el fútbol, ha sabido que en el Real Madrid no hay lugar para las mediocridades. «Aquí no valen las cosas de cualquier manera», afirmó con determinación. Este enfoque es fundamental tanto en su etapa como jugador como ahora en su rol de director técnico, donde busca transmitir a sus jugadores la importancia de mantener un estándar elevado en cada entrenamiento y partido.
Retos y expectativas
Alonso no solo habló sobre su pasado, sino también sobre las expectativas que tiene como entrenador. «El reto más grande es hacer que cada jugador dé lo mejor de sí mismo», declaró. Esta filosofía se traduce en un estilo de juego que prioriza la disciplina táctica y el compromiso colectivo. En su trayectoria reciente, ha demostrado ser capaz de implementar estrategias efectivas que han llevado a su equipo a competir al más alto nivel.
Una visión clara del futuro
El exmediocampista también destacó cómo su experiencia en el club blanco le ha enseñado a manejar la presión inherente a este entorno. «Entrenar al Real Madrid significa estar siempre bajo el escrutinio», comentó. Sin embargo, esta presión no le intimida; por el contrario, la considera un motor para alcanzar mayores logros. A medida que avanza la temporada, los aficionados esperan ver cómo aplicará esta mentalidad ganadora en cada partido.
Con un enfoque claro en la formación y desarrollo de nuevos talentos, Alonso se posiciona como una figura clave en el futuro del club. Su compromiso con los valores del Real Madrid y su ambición por triunfar son evidentes. ¿Logrará llevar a su equipo hacia nuevas victorias? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: bajo su mando, el legado del club sigue vivo y fuerte.


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